Ricardo Darín/Moria Casán

Cuando leí las consignas del trabajo, los dos personajes de la cultura masiva argentina que primero pensé fueron Ricardo Darín y Moria Casán. Pensé algunos aspectos para construirlos como objetos de análisis del trabajo práctico. Voy a plantear ambos porque todavía no sé cuál puede ser más pertinente a los efectos del TP (si es que alguno lo es).

-El personaje de Ricardo Darín me llama la atención porque en los últimos años se consolidó casi como una garantía de calidad de las películas para gran parte del público espectador y en el rol de "actorazo" argentino. Para gran parte del público, las películas que contaron con su presencia en estos últimos años se fueron transformando en la "última de Darín". Creo que si bien ya tenía un reconocimiento popular, éste se incrementó particularmente a partir de "El secreto de sus ojos" y se notó mucho con el estreno de "Relatos salvajes", película en la que su personaje es una suerte de superhéroe del porteño indignado con "la estupidez de la burocracia estatal" (acá se me abre también otro objeto que podría ser la película Relatos salvajes en sí misma, aunque imagino que su uso para los TP debe estar bastante trillado).
Parte de mi hipótesis acerca del éxito de Darín como figura tiene que ver con algo que va más allá de sus capacidades actorales y de sus papeles y tiene más bien que ver con sus intervenciones públicas. Me interesa mucho la ambigüedad de sus declaraciones en un contexto político y mediático fuertemente atravesado por el término "grieta". Ejemplo: años 2014/15, en un campo de figuras mediáticas dividido por los propios medios masivos entre "los artistas K" y "los que no se metían en política", el discurso de Darín era un híbrido que parecía coquetear con ambos lados de la grieta sin posicionarse plenamente en ninguno. Un momento que destaco: la entrevista con Fantino en la que dijo que había rechazado ofertas en Hollywood (desatando una catarata de comentarios en las redes sociales).

-El personaje de Moria Casán: me interesa particularmente por su relación con el colectivo LGBT. Me parece bastante complejo como un símbolo de cultura masiva en constante disputa específicamente en el ámbito gay friendly. La Moria de los '90 que entrevistaba políticos en la cama, la Moria que subía sus vidrios polarizados y no veía la pobreza, la Moria candidata, la Moria cristinista, la Moria a favor de la vaginocracia, la Moria de los audios que se convierten en música de boliches gay, la Moria de los memes y las frases.

Pido disculpas por la redacción y lo confuso de mis planteos, pero me dediqué solamente a bosquejar las ideas que andan dando vuelta en mi cerebro para ver si alguna puede ser viable y por dónde podría encaminarlo. Espero que se entienda algo. De última, siempre queda un Abzurdah o un Un novio para mi mujer  

¡Saludos!
Lara

Hola Lara:
Son dos buenos inicios. Más allá de la primera impresión con respecto a los personajes, hay dos líneas interesantes para trabajar. En ambos casos hay un buen enfoque en el que lo biográfico lo relacionás de manera adecuada con un problema de investigación que, por supuesto, hay que trabajar más.
En el caso de Darín, más allá de las apreciaciones cuestionables y fácilmente rebatibles (como “garantía de calidad de las películas para gran parte del público espectador y en el rol de "actorazo" argentino”, por ejemplo) hay una hipótesis interesante: su rol no es tan importante por sus “textos” como actor sino como sus intervenciones públicas, por decirlo con cierto apuro. Es una hipótesis fuerte que corre el riesgo de no poder ser probada sino por efecto de argumentación. Quiero decir: vas a buscar declaraciones públicas donde se muestre ambiguo o “híbrido” y vas a sostener que eso hace que sus productos –películas- sean exitosos. ¿En qué observable te basás para establecer una correlación entre ambas variables?
Dicho esto, además, yo no estoy muy de acuerdo, si bien podrías convencerme de lo contrario, claro. Y eso, por ejemplo, te haría pasar por alto… justamente sus películas que es lo que las personas miran de él (y le dan de comer, claro). Yo tengo una hipótesis de asado que es que, más allá de la variedad de géneros, directores, productores, tramas, comedias dramáticas o thrillers, Darín siempre hace de Darín. No porque Marcos de Nueve Reinas o Benjamín Espósito de El Secreto de sus ojos sean idénticos personajes, pero sí hay ciertos recursos observables que permiten marcar continuidades y una ligazón con elementos ligados a “lo argentino” en una versión contemporánea, no alla Claudio Díaz. Por eso cuando se muera, espero que dentro de mucho, Clarín no dirá que murió el Mejor actor (categoría ligada a lo culto), ni el Gran Actor de la Nación (Alcón) ni el Actor Cómico de la Nación (Tato), ni el más querido (Olmedo); titulará –si le alcanzan los caracteres- “Murió el actor que mejor interpretó a los argentinos y triunfó en el exterior”.
Moria, por su parte, es ciertamente un personaje ligado a la comunidad LGTB, como decís. La mezcla de discursos ligados a lo sexual y, sobre todo, al placer femenino no normativo –por decirlo rápido- la convierten en un ícono reconocido al punto de, si mal no recuerdo, ser oradora principal en la Marcha del Orgullo. Es una dimensión muy interesante, donde la dificultad está en el recorte del corpus: ¿Qué analizarías? Nuevamente, si priman sus declaraciones públicas pasás por alto su obra artística, difícil de ubicar hoy en términos contemporáneos ya que, como se desprende de tu enumeración, se termina en los 90 con la crisis del café concert y su giro a la revista –en un lugar periférico y basado en la explotación de su “personaje público”-.
En síntesis: dos objetos interesantes, no en sí mismos sino a partir de problemáticas bien presentadas, con las dificultades a sortear que detallé en cada caso.
Saludos,

L